
Los niños son esponjas.
Que tire la primera piedra quien no haya dicho esta frase alguna vez. Pero es que es cierto. En nuestras clases de chino para niños siempre nos deja con la boca abierta la facilidad que tienen los más pequeños para "imitar" los sonidos del chino.
Admitámoslo, el chino tiene ciertas pronunciaciones o entonaciones que a los adultos nos hacen enrojecer cuando intentamos prounciarlas por primera vez. Un ejemplo es 饿 è 'hambre', que para decirlo bien hay que imitar el sonido que harías si alguien te pegara una patada en el estómago o, si no te funciona, hacer como si estuvieras a punto de vomitar. Por no hablar del tercer tono, que para hacerlo bien hay que hacer un grave más parecido al que haría un muerto viviente que el que haría un ser vivo.
Pues con los niños esto no pasa porque además de ser esponjas, no tienen vergüenza.
Esta semana leíamos en el blog de Travinae otros dos ejemplos de por qué es beneficioso empezar con el aprendizaje de la lengua china en una temprana edad:
- Su desarrollo lingüístico está en construcción, esto evita la fosilización y permite la adquisición de las características tonales y fónicas del chino.
- Los hanzi, o caracteres chinos, abren una puerta a la imaginación.
Os recomendamos que leáis el post completo "Los dos beneficios más importantes del aprendizaje del chino en niños".
¿Te gustaría que tu hijo aprendiera de forma divertida el idioma chino?
En el CEC ofrecemos clases de arte y lengua china para niños. Para cualquier cosa escríbenos a nihao@centrodeestudioschinos.com. :)